JOB

Job era un hombre de vida recta y sin tacha. Su nombre era ilustre y célebre en todo Oriente.
Tenía todo lo que podía desearse en la Tierra: 10 hijos e inmensas riquezas. Gozaba de paz y tranquilidad dando gracias a Dios.

Tiempo de prueba
En la corte del cielo, Satanás acusa a Job de servir a Dios por conveniencia y por los privilegios que tiene de esa relación. Dios le permite ponerlo a prueba. Al momento las más espantosas
calamidades cayeron sobre Job. Todavía obtuvo Satanás permiso
para dañar a Job con una terrible llaga que le cubría todo el cuerpo.

Heroica paciencia de Job
Sumido en tanta miseria y por la repugnancia que causaba a todos su cuerpo en llaga viva, se vio obligado a salir de la ciudad. Su esposa le reprende: «¿Cómo sigues en tu fidelidad a Dios? ¡Maldice a Dios y muere!»; él responde que sigue teniendo confianza en Dios. Tres amigos le visitan para reconfortarle pero se
estremecen al verlo y no entienden su paciencia y confianza en Dios después de tanta adversidad.

Nueva prosperidad
Por fin, Dios se compadeció y recompensó con abundancia su fidelidad. Le devolvió la salud, le dio nueva familia, duplicó las riquezas y le dio larga vida.

Contesta en tu cuaderno:
• ¿Cómo sobrellevó Job la prueba?
• ¿Cómo actúa la esposa y los amigos?
• Los amigos pensaron que los pecados de Job eran los responsables de su calamidad.
¿Cómo debemos reaccionar nosotros cuando vemos a otros sufrir?
• ¿Cómo recompensó Dios la fidelidad de Job?

• ¿De qué virtud es ejemplar Job?